Atlético Tucumán decidió plantarse y jugarle de igual a igual a River en su casa. Sin dudas que fue una apuesta osada de Facundo Sava, que asumió los riesgos y puso en cancha el mismo equipo que le ganó a Racing en Tucumán. Las probabilidades que pase lo que terminó sucediendo eran altas; lo que no quita que por momentos, lo de Atlético fue interesante.

River llegaba con urgencias estadísticas (ganar por primera vez en el torneo local desde el regreso de Gallardo y sumar tres puntos en su casa teniendo en cuenta que la semana que viene tiene que jugar por Libertadores y el Superclásico) y por eso, se armó un partidazo en el Más Monumental.

Al sostener a Franco Nicola, Sava intentó marcarle la cancha a Gallardo y controlar las subidas de Fabricio Bustos. La jugada le salió bien a medias al DT “decano”. Nicola fue un dolor de cabeza para los defensores en el primer tiempo, pero cuando River se acomodó en el campo la figura de Bustos fue importante para la remontada del “Millonario” y el que terminó sufriendo más de la cuenta fue Juan Infante, que siempre le hicieron dos-uno.

Los primeros 10 minutos del partido fueron de estudio. Casi no hubo llegadas peligrosas, pero ahí Atlético descubrió las debilidades del equipo de Gallardo. La presión alta fue el arma que utilizó el “decano” para poner en aprietos al equipo de “Muñeco”. A los 11’ Acosta recuperó la pelota y en tres toques (Brandán, Rodríguez y Tesuri) encontraron solo a Nicola que definió muy bien para abrir el marcador.

A partir de allí, River mostró su peor versión y por 20 minutos Atlético lo tuvo contras las cuerdas, gracias a la presión alta que ejercieron Tesuri y Nicola. Pero el “Decano” falló en la definición -una vez Tesuri, otra “Pulga” Rodríguez- y el “Millonario” despertó. En el 1-1 hubo mérito en la pegada de Ignacio Fernández, pero Atlético fue muy pasivo marcando en zona, simplificando la tarea de Leandro González Pirez que entró como una tromba y empató el partido.

Más allá de eso, Atlético siguió dilapidando situaciones que surgían por los errores de los centrales locales. El gol le dio confianza a los de Gallardo y terminaron adueñándose de la pelota y el partido. Antes del epílogo Borja puso el 2-1 tras un gran desborde de Bustos, en el complemento hubo una breve reacción de Atlético, que durante los primeros cinco minutos llegó con peligro al arco de Armani, pero el travesaño le negó el empate a Bajamich.

Con el correr de los minutos el planteo osado de Sava se fue desinflando, los cambios no ingresaron bien como en otras ocasiones y el cansancio se hizo notar en el rendimiento.  Allí River sacó a relucir toda su jerarquía. Acuña con una gran jugada individual en el tercer gol dejó en claro las diferencias entre los planteles. El 4-1 le queda bien al partido, porque Durso tuvo muy buenas intervenciones; Atlético tendrá que dar vuelta la página de cara al duelo en Tucumán; frente a Belgrano.